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A más de un mes de la ofensiva rusa en Ucrania y menos de una semana de la polémica masacre en Bucha, el día de hoy ocurrió un acontecimiento que a puesto nuevamente las miradas de indignación sobre Rusia, ahora por un ataque a la estación de tren de la ciudad de Kramatorsk, que se encuentra al este de las tierras ucranianas, esta estación había estado siendo utilizada como ruta de evacuación civil.

El presidente ucraniano Volodimir Zelensky publicó en su cuenta de Instagram fotos del ataque a la estación, según Zelensky los misiles usados para este ataque fueron los Tochka-U, de origen soviético.

Sin embargo el ministerio de defensa ruso afirma que los misiles Tochka-U ya no se encuentran en servicio en el ejército Ruso desde noviembre de 2019 debido a que fueron reemplazados por los más modernos Iskander-M y que, por otro lado, Ucrania es uno de los operadores actuales de los Tochka-U lo cual deja ciertas dudas sobre la verdadera autoría del ataque sobre la estación de trenes en Kramatorsk.

Independientemente de la autoría del ataque se estima que las víctimas civiles fueron alrededor de 30 civiles muertos y aproximadamente 100 heridos, en el interior de la estación estaba cubierto de sangre, además, se podían observar varios autos carbonizados, maletas abandonadas y muchos escombros donde se encontraban restos de un misil con con la inscripción "por los niños",

El ataque coincide con la fecha de visita del representante de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrel y la presidenta de la comisión europea, Ursula von der Leyen, Borrel condenó los ataques y ha manifestado que se trata de un nuevo intento de cerrar rutas de escape para los que huyen de una guerra injustificada, causando sufrimiento humano.

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