Esta semana el presidente chino, Xi Jingping, se reunió en Moscú con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para hablar de distintos asuntos de cooperación entre ambos países, sin embargo, el tema que ocupó la mayor parte de la agenda es la desconfianza compartida entre estas dos naciones hacia Estados Unidos.
La reunión que se dió en pleno conflicto entre Rusia y Ucrania, con una Rusia aislada del bloque occidental, China y Rusia consolidaron aun más su relación bilateral, llegando a un “plan de paz” de 12 puntos para la guerra de Ucrania, publicado por el gobierno Chino el mes pasado.
Entre los puntos se resalta la importancia del apoyo mutuo entre las dos potencias para poder alcanzar sus intereses fundamentales "resistencia conjunta a la interferencia de fuerzas externas en los asuntos internos".
Algunos especialistas expresan que la reunión entre los dos mandatarios los ha envalentonado sus posturas con respecto a su política externa, como lo expresa Sari Arho Havren, especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad de Helsinki. "A Xi le interesa profundizar aún más la asociación con Rusia, que protege los intereses estratégicos nacionales e internacionales de Pekín".
La agencia de noticias china “Xinhua”, informó que el mandatario del gigante asiático aseguró que China está preparada para seguir desarrollando su relación bilateral con Rusia en áreas clave como comercio, inversión, cadena de suministro, energía e innovación.
Pero lo que más alarma a los expertos es que la situación de fragilidad que vive Rusia está generando un cambio en la dinámica de poder entre ambos países, con Moscú dependiendo cada vez más en diferentes aspectos de Pekín. "Pekín no está lista para dejar ir a Rusia y está dispuesta a apoyarla hasta cierto punto", comentó Ian Chong, politólogo de la Universidad Nacional de Singapur.
Harven también puntualizó que la iniciativa china de un alto el fuego en la guerra de Ucrania mientras las tropas rusas permanecen en los territorios ocupados le brindará tiempo valioso a Rusia para poder prepararse para una nueva ofensiva.
Además añadió que si Kiev rechaza la propuesta China del alto el fuego, la maquinaria propagandística de Rusia y China se pondrá en marcha señalando a Ucrania, EE. UU. y Europa como los belicistas que buscan “alimentar la guerra” mientras que mostrarán a China como un país que busca mediar siempre por la paz.
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