En diciembre del año pasado, el gobierno de Nuevo León hacía pública la noticia de las intenciones del fabricante de autos eléctricos “Tesla Motors”, empresa propiedad del multimillonario Elon Musk, el cual visitó el estado en octubre del año pasado.

A finales de enero de este año, el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, informó que Tesla quería abrir una planta de ensamblaje en la Ciudad de México, cerca del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)

El canciller, Marcelo Ebrad, confirmó dichos planes revelando que ya se habían realizado conversaciones por más de año y medio, a pesar de esto, la decisión de instalar dichas plantas en territorio nacional sigue siendo totalmente elección de Tesla.

Sin embargo, la fábrica en Nuevo León corre peligro debido al constante problema en el suministro de agua en el estado norteño, asunto que también fue citado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, explicando que por ahora el consumo doméstico de agua en dicha entidad es prioritario, es por esto que Hidalgo también se puso a disposición de recibir a la fábrica.

El pasado 24 y 27 de febrero, Elon Musk y el mandatario mexicano, tuvieron un par de llamadas para resolver el asunto de a donde llegaría la nueva planta de Tesla, sin embargo, falta conocer los detalles del acuerdo y los compromisos tanto del gobierno como de la empresa norteamericana.

Al día de hoy, México cuenta con 22 plantas de fabricación automotriz y 12 fábricas especializadas en el ensamblaje de motores y transmisiones para vehículos de marcas como BMW o Audi. “La llegada de Tesla sería una confirmación del gran valor de la mano de obra calificada mexicana, de que México es un país en que se puede invertir en forma segura y estable y que las condiciones que se ofrezcan se van a respetar”, explicó el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya.

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