La participación en las actividades en el ámbito artístico está estrechamente relacionado con el desarrollo cognitivo de los niños.
En diversas investigaciones se indica que el arte mejora las habilidades, como la memoria, el pensamiento crítico y la atención, ya que los niños al involucrarse en procesos creativos, aprenden a observar diversos aspectos en la hora de tomar decisiones. Las actividades artísticas se llevan a cabo en grupos, lo que fomenta la colaboración y el trabajo con otras personas. De esta manera, los niños adquieren la habilidad de comunicarse eficazmente, compartiendo ideas y al mismo tiempo, respetando las de otros.
La Asociación Nacional de Educación Artística, dice que las personas que participan en programas artísticos son más propensos a tener mejores relaciones interpersonales y a mostrar mejor empatía con los involucrados.
El arte sirve como una válvula de escape para los niños en momentos difíciles con respecto a sus emociones. La creación artística provoca que quienes la lleven a cabo, tengan una mejor manera de procesar y atender las emociones y sentimientos que se lleguen a vivir en el día a día.
El arte tiene un papel importante en la promoción de la inclusión y la diversidad, ya que a través de él, los niños tienen la oportunidad de explorar diferentes culturas y perspectivas, lo que fomenta una mayor comprensión y aprecio por las diferencias que existan. De esta manera, existe un puente para la integración de niños de diversos orígenes, lo constituye a una sociedad más equitativa y respetuosa.