Este año 2024 se dieron algunas modificaciones por parte de la Secretaría de Salud a lo que se le conoce como el Plato del Buen Comer, esto para tener un espacio y así poder incluir y distribuir nuevos grupos de alimentos, lo que conlleva a una nueva guía de orientación nutricional.

Según lo explica la nutrióloga Mónica Hurtado, vocera de la iniciativa Quiero Saber Salud, quien da a conocer las diferencias entre el antiguo plato del buen comer con relación al nuevo que se implementó este año.

Antes las porciones estaban divididas en grupos principales que consistían en las frutas y verduras; los cereales; las leguminosas y los alimentos que son de origen animal. Mientras que en el actual se añaden los aceites y grasas saludables y la hidratación.

Según lo menciona Hurtado, unos de los principales cambios que se realizaron es la priorización de la hidratación diaria por medio del agua, lo que la coloca en medio del famoso plato dejando a los demás grupos a su alrededor con una distribución del 50% de frutas y verduras; el 22% de granos y cereales; 15% de las leguminosas y el 5% de los aceites y grasas saludables.

“Ahora se divide en diferentes secciones, la más grande es de las frutas y verduras, después tenemos los cereales y tubérculos, leguminosas, alimentos de origen animal, aceites y grasas saludables. Se divide de esta manera también para que así represente su plato en la mesa; es decir, que grupos de alimentos tenemos que consumir más y cuáles tenemos que consumir menos”, indicó la nutrióloga de Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios, Karen Elvira Gómez.

De igual manera, recalcó que para que este plato del buen comer surta efecto positivo se debe reducir el consumo de bebidas azucaradas y aumentar la ingesta de agua simple entre los mexicanos.

“También modificamos esa parte a nivel ecológico, significa que debemos de tener una alimentación sustentable a largo plazo, por lo que debe ser sana, pero también a largo plazo que no contamine demasiado, por lo tanto, las leguminosas son una buena fuente de proteína y reducimos la cantidad de carne, que es uno de los alimentos que más contaminan por su producción”, finalizó la nutrióloga.

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