Regeneración es el nombre del periódico que incrementó sus ganancias 25 veces más que el sexenio pasado. Impresores en Offset y Serigrafía ganó 59 millones de pesos en contratos con el gobierno de México.

En el actual sexenio incrementó la suma a mil 490 mdp. Dicha empresa es responsable de imprimir propaganda de Morena. Desde la campaña presidencial en el 2018 el periódico es el actual proveedor, tiene contratos con la Secretaría de Bienestar.

El “fundador” de Regeneración es Jesús Ramírez Cuevas, quien se desempeña como vocero de la Presidencia de la República, es utilizado para dar a conocer supuestos logros de la 4T.

 

Estos contratos millonarios son para obtener los servicios de impresión de  publicidad, avisos, tarjetas, plantillas y cualquier medio impreso que necesite la Secretaría para sus programas sociales, como la pensión para las personas adultas mayores.

Regeneración no es nueva para el gobierno, en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) se tiene evidencia de expedientes en los cuales hay pagos realizados por 7 millones por “producción de periodico” entre abril y junio de 2016.

El medio de comunicación Animal Político, ha solicitado expedientes de 2012 y 2022 de contratos que Morena tiene con Impresores en Offset y Serigrafía, pese a que se trata de información pública no obtienen la información. “La primera vez respondió que entregaría la información en un CD, pero no expidió formato de pago, y en su correo y teléfono nadie respondió a comunicaciones. La segunda respuesta fue pegar capturas de pantalla de la PNT con la ruta para buscar contratos, pese a que no se encuentran todos” 

Un contrato en el 2019 fue por 154 millones de pesos y para el año siguiente fue del doble 381 millones de pesos. La empresa ganó la licitación gracias a su puntaje en su evaluación y por ofrecer el costo más bajo en comparación con otras empresas.

 

“Sin embargo, participantes en la industria de impresión consultados por Animal Político, que pidieron que su nombre no fuera publicado, también identificaron que la secretaría pedía que entregaran los productos en una semana, lo cual era prácticamente imposible para una sola empresa pues, al tratarse de ese volumen de millones de impresiones, eso solo podía cumplirse en al menos un mes.

“En artes gráficas, por mucha maquinaria que tengas hay tiempos mínimos de entrega y en esta licitación efectivamente no se respetaban, lo que hacía pensar que ya tenían hecho el producto y con ese tiempo de entrega dedujimos que ya estaba arreglada”, dice una fuente de la industria que solicitó no ser citada.”   le comentó en su fuente a Animal Político.

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