En los últimos días, la empresa petrolera mexicana, Petróleos Mexicanos (PEMEX), dio a conocer sus cifras del último trimestre del año pasado, donde se pudo ver las alarmantes cifras que mantuvieron en el 2023, mostrando señas de que sus finanzas no han sido las más “saludables” por distintas razones.

Esto preocupa dentro del gobierno debido a los esfuerzos que se han realizado varios esfuerzos para ayudarlos a salir delante de los problemas que han acarreado y que se incrementó a raíz de la pandemia por Covid-19.

Durante el 2023 tuvo una baja en sus ventas totales del 21%, cosa que provocó que no hubiera mucho margen para las ganancias e incrementando los gastos operativos al doble y que representó un desplome de 10 puntos porcentuales con respecto al 2022 y siendo el mejor porcentaje desde el 2020.

Para dejarlo en claro y hablándolo en dinero, el 2023 de PEMEX trajo consigo 355,000 millones de pesos, lo que representa poco menos del 51.6% de lo que generó en el 2022 que recaudó 734,000 millones de pesos.

Estos números traen consigo otras repercusiones, ya que de los ingresos que se tiene, se deben repartir entre las distintas áreas de la empresa y demás cobros que se hacen, como los impuestos, el pago de los intereses, depreciación y amortización, etc. Esto se ha reflejado en que la rentabilidad de la empresa ha ido bajando con el pasar de los años.

Esto tiene muchos factores, uno de ellos es el desplome del precio del petróleo crudo y la caída de los precios de productos derivados del mismo. Además de que los costos operativos han incrementado de manera significativa. Esto se ha visto en el apoyo estatal que ha recibido entre el 2021 y el 2023.

PEMEX se ha ubicado por debajo de firmas petroleras como Petrobras, Equinor, Chevron, Eni, Total Energies. Sin embargo, se mantiene por encima de BP, Exxon, Shell o Repsol.

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